Maceta hecha con una lata
Después de la locura de la semana pasada, he tenido un fin de semana de lo más productivo aquí en casa, terminando cositas varias que os iré enseñando poco a poco.  Una de las cosas que tenía pendientes era transplantar unos esquejes de geranio que me dió mi suegra, que llevaban en agua casi un mes porque no tenía maceta (y ya es que casi va contra mi religión comprar algo que pueda hacer yo misma).

Por suerte la solución era fácil:  con una lata grande de tomates y un poco de pintura en spray se ha resuelto el problema.  No se tarda nada y es más mono que la lata sin pintar, que enseguida empieza a oxidarse.  Precisamente para evitar el óxido, no hay que olvidarse de pintar la base y la lata por dentro (no hace falta esmerarse mucho tampoco).

Haz una maceta con una lata

Por cierto, ¡qué duros son los geranios!  Porque después de cortar los esquejes, traérmelos las seis horas en coche sin agua, olvidármelos un día entero en el coche (cómo no), dejarlos en agua sin más casi un mes y luego transpantarlos… Perdieron unas pocas hojas al principio y sería todo.  No han dejado de echar brotes y hasta florecen.  Creo que he encontrado una planta capaz de resistirme.